
Francisco Javier Eugenio de Santa Cruz y Espejo (21 de febrero de 1747 – 27 de diciembre de 1795). Dramatización
La prensa ha acompañado y contado la evolución del mundo y por supuesto del país. No solamente entrega información, sino que sirve como soporte para promocionar bienes y servicios, hacer una crítica de la realidad, proponer objetivos en la sociedad, descubrir casos de corrupción y guardar la memoria de los pueblos.
Y todo recuento sobre la prensa en Ecuador debe remitirse necesariamente al 5 de enero de 1792 con el aparecimiento de Primicias de la cultura de Quito, considerado el primer periódico de nuestra historia. Fue fundado por Eugenio de Santa Cruz Espejo, con la intención de circular quincenalmente, pero solamente llegó al séptimo número. Este periódico no estaba dedicado a la publicación de noticias sino más bien a la difusión de ensayos sobre diferentes tópicos.
Hubo de transcurrir 29 años para la publicación del primer periódico guayaquileño y segundo del país. Se trató de El Patriota de Guayaquil, de circulación semanal, cuyo primer número estuvo listo para el conocimiento del público el 21 de abril de 1821. El periódico se editó con regularidad entre 1821 y 1827, y luego cambió de nombre a El Colombiano del Guayas, con el cual se mantuvo menos de un año. Finalmente en 1829 retomó su nominación original, pero solamente para publicar unos cuantos números más.
Ayala Mora (2012: 6) apunta que en la época republicana tomó auge una prensa de combate. En el inicio de este periodo, la prensa se convirtió en el principal instrumento de la polémica política y la promoción electoral. Dice el historiador:
En las páginas de los periódicos se informaba sobre la labor de los poderes del estado, se los defendía o criticaba, se lanzaban candidaturas o se las combatía, se presentaba denuncias y acusaciones, se promovía obras públicas, servicios e iniciativas fiscales. También se imprimían artículos dedicados al debate filosófico o literario.
En los primeros años de la República, apareció El Quiteño Libre, redactado por Pedro Moncayo con el respaldo de un grupo de opositores al presidente Juan José Flores. En este medio se denunciaba los actores de corrupción del gobierno y se promovían ideas liberales.
En este siglo XIX se fundó también un periódico oficial, que publicaba todos los documentos del gobierno: leyes, decretos, circulares, acuerdos, concesiones, entre otras, y que presentaba artículos para justificar las decisiones gubernamentales. Generalmente adoptó el nombre de Periódico Oficial o Gaceta Oficial, pero cambió en ciertas etapas de la historia. Por ejemplo, los marcistas lo llamaron El Seis de Marzo e Ignacio de Veintimilla, Ocho de Septiembre.
Entre otros periódicos del siglo XIX están La Ilustración y El Católico del Guayas, que a pesar de dedicarse a la publicación de temas científicos y religiosos, respectivamente, en realidad tenían fines políticos.
Aunque la aparición de la prensa ocurrió con mayor frecuencia en Quito y Guayaquil, en otras regiones del país también se fundaron periódicos. Fueron los casos de El Eco del Azuay, La Escoba (Azuay), La Federación (Loja), El Imbabureño y El Tungurahua.
En un escenario caracterizado por crecimiento poblacional y activación económica, aparece el Diario de Guayaquil (1860), el primero nacido en Ecuador para publicarse todos los días, pero que no pudo financiarse y que no tardó en desaparecer. Esta publicación presentaba una proporción mayor de avisos que de noticias y artículos.
En 1881 el diario La Nación, que se había fundado en 1879 con distinta periodicidad, llega al Puerto Principal con algunas innovaciones: gran formato, costo de diez centavos de sucre y vendido por voceadores. Se editó hasta 1906, pero regresó en dos ocasiones más a lo largo de su historia.
La tendencia del diarismo se consolidó en primera instancia en Guayaquil, con publicaciones como El Telégrafo, El Globo, Diario de avisos y El Grito del Pueblo. En Quito el proceso tardó más tiempo, pero definitivamente se instaló en la capital con El Comercio.
Rivera (2012:9) registra los principales periódicos del siglo XX:

Esta lista no incluía a diario Hoy, editado en Quito, fundado en 1982 y desaparecido en 2014.
Según datos del Censo Económico del año 2010, en el Ecuador existen 106 periódicos, cuyo mayor número se concentra en las dos provincias más grandes del país: Guayas con 22 y Pichincha con 19. La ciudad de Riobamba cuenta con dos diarios impresos.

Fuente: Diario El Comercio con datos del Censo Nacional 2010 y Superintendencia de Telecomunicaciones.
En cuanto a periodistas se contabilizan 4120 en todo el país: el 65,3 por ciento está radicado en las provincias de Guayas y Pichincha. La provincia de Pichincha presenta el mayor número de periodistas con 1595; Chimborazo reporta la presencia de 60.
La prensa en Riobamba
Como antecedente vale mencionar que la primera imprenta llegó a Riobamba en 1830, precisamente para uso de la Asamblea Constituyente instalada en la ciudad para fundar Ecuador. Por lo tanto, servía para publicar el periódico oficial la “Gaceta de Quito”, imprimir las actas de sesiones y los ejemplares de la Primera Constitución.
Según la investigación de Mancheno (1992: 246) el periódico más antiguo de la ciudad es “Orden y Libertad”, publicado por primera vez el 18 de febrero de 1865. El segundo en aparecer fue “La voz del pueblo” difundido el 11 de mayo de 1878.
Algunos otros nombres: El Gegen, El Crepúsculo, El Católico, El Mensajero, La Aurora, El Bien Público, El Templo del Sagrado Corazón de Jesús, El Boletín de la Junta Patriótica de Chimborazo, Anales del Liceo del Chimborazo, El Censor y El Sinaí.
El periodo comprendido entre 1901 y 1949 fue de intensa creación de periódicos y publicaciones en general, de modo que llegaron a contabilizarse 124.
Algunos títulos: El Eco del Chimborazo (1901), El Mosquito (1901), La Aurora (1901), El Yankee (1909), La Ley (1909), El Cóndor (1910), El Ocioso (1914), Los Andes (1916), El Observador (1916), El Heraldo (1917), Cultura Pedagógica (1919), Iris (1919), Stadium (1923), El Chimborazo (1923), Pétalos de Rosa (1926), El Quijote (1929), Últimas Noticias (1929), Riobamba Olímpico (1933), Hoja Popular (1935), revista Liminar (1935), El Nacionalista (1947), La Voz Estudiantil (1949).
Como sucedió a nivel nacional, algunos periódicos sirvieron de promoción de candidatos o de posiciones políticas. Por ejemplo, La Tribuna fue un semanario de tendencia liberal aparecido el 10 de marzo de 1904 y redactado por Adalberto Araujo, Rosendo Uquillas y Delfín B. Treviño, que se enfrentó a El Orden, de orientación conservadora cuyos redactores fueron Daniel León Nájera, el reverendo Juan Félix Proaño y Ricardo Zambrano.
El primer diario de Riobamba fue “Los Andes”, nacido y sostenido económicamente por el mayor Luis Benigno Gallegos. De tendencia liberal, contó con escritores como Félix Flor, Jorge Moncayo, Luis Alberto Falconí y César Barriga. Nació el 10 de noviembre de 1916, pero no se transformó en diario sino desde el 30 de septiembre de 1918 hasta el 10 de mayo de 1923 cuando cumplió el número 1370.
Cepeda Astudillo (2010: 41) publicó en su investigación “Riobamba: imagen, palabra e historia” el prospecto del diario, donde se exponía claramente la tendencia liberal que lo inspiraba:
Nuestro credo político es liberal, porque estamos firmemente convencidos que los altos principios en que se funda son luces que iluminan las conciencias con irradiaciones de caridad y amor por la humanidad, porque sus sabias enseñanzas son los fundamentos de la verdadera democracia y porque dentro de su amplísimo programa caben los más nobles ideales de mejoramiento y los más grandes propósito de tolerancia y unión entre los hombres. Es el credo de la fraternidad universal.
Frente a este medio liberal, apareció “El Observador” el 17 de noviembre de 1916, fundado por el periodista José María Dávalos Velarde, defensor de los principios católicos. Fue quincenario, semanario, bisemanario e interdiario, cuando dejó de publicarse por un corto tiempo. Reapareció el 9 de octubre de 1920 con el número 323 hasta llegar a su desaparición con 779 números.
Del lado conservador también se puede mencionar la presencia de la “Hoja popular”, fundada por el canónigo Enrique Flores como semanario en 1935, para desde junio de 1937 en el número 80 hacerlo como bisemanario. Desde el número 160, aparecido el 11 de marzo de 1938, se transformó en interdiario y en uno de los principales medios de comunicación de la ciudad. Además de su fundador, también lo dirigieron Alfredo Ricardi Druet, Alfonso Dávalos Valdiviezo, Carlos Jiménez del Castillo y Jorge Campos Delgado. Con su línea conservadora se opuso entre los años 1940 y 1044 al gobierno liberal y se convirtió en el eje de la oposición política que estalló en Riobamba con el movimiento popular el 29 de mayo de 1944, que secundó al similar surgido en Guayaquil el 28 de mayo y que depuso al presidente Carlos Arroyo del Río (Mancheno, 1992: 254).
Liberal fue “La Razón”, fundado y dirigido por periodista Luis Alberto Falconí Garzón, conocido como Lucas Noespinto. Empezó a publicarse el 1 de junio de 1923 con el aporte de Jorge Rivera Larrea, Alejandro del Pino, José Vicente Cevallos, Julio Contero, Martiniano Guerrero, Félix Flor, César Barriga y Manuel Rodolfo Mora. La vida de este medio concluyó con el número 3078 el 13 de enero de 1935.
Con el desarrollo de la radiodifusión, especialmente a partir de 1950, los medios impresos decayeron en influencia. En este periodo no existió ningún diario, solamente semanarios y bisemanarios.
Entre estas publicaciones se encuentra “El Clarín” que empezó a publicarse el 9 de enero de 1952 como semanario y concluyó en 1960; se habían editado 412 números. Escribieron periodistas como José Vicente Cevallos, Abelardo Guijarro, Alfredo Lobato, Edelberto Bonilla Oleas (quien llegaría a alcalde, senador y presidente del Congreso), David Altamirano, Humberto Sancho, entre otras.
“El Espectador” apareció como interdiario el 11 de noviembre de 1957 y terminó su vida el 27 de diciembre de 1958 con 111 ediciones. Fue dirigido por Gonzalo Espinoza Granizo y escrito entre otros por Celso Augusto Rodríguez, Martiniano Guerrero, David Altamirano, Sergio Quirola y Edelberto Bonilla. Ya en los años ochenta tendría una vida continua un diario con el mismo nombre.
“El País” sucedió a la conservadora “Hoja Popular”, pero con una posición independiente que facilitó la colaboración de intelectuales de diversas tendencias como Daniel León Borja, Carlos Riofrío, Juan Vacacela Gallegos, Víctor Sanmartín, Abraham Romero, Eudófilo Costales, José Cevallos, Celso Rodríguez y Luis Guerrero.
“La Oposición” nació en 1960 con personajes de partidos de izquierda que comentaban las actuaciones de la administración local dependiente del gobierno de Camilo Ponce Enríquez. Mancheno (1992: 263) quien colaboró con este medio, recordó que el periódico debió imprimirse en otras ciudades y a veces circuló con la amenaza de la incautación. Llegó a difundirse solamente ocho números.
“La Provincia” se publicó a finales de 1963 y se mantuvo hasta 1965. La dictadura de la época había propiciado la extinción de este periódico.
En los últimos cuarenta años varios proyectos de prensa periódica intentaron arraigarse en el medio riobambeño, pero en la actualidad se mantienen Diario La Prensa de Chimborazo (1992) y Diario Los Andes, que retomó el nombre del primer diario aparecido en Riobamba y que lanzó su primera edición el 1 de abril de 1998, después de circular como semanario. Otros diarios que se fundaron y desaparecieron fueron: La Noticia, El Libertador y La Nación. El que más permanencia tuvo en la vida riobambeña fue diario El Espectador que reapareció en 1972.
Importante dato con el que se va completando todo el transcurrir histórico del Ecuador, ojalá se tuviera información similar de otros aspectos de la vida nacional. felicitaciones.