
No hace mucho, no hace poco, la creencia y la evidencia ratificaron su ancestral enemistad en un pueblo cercano de Riobamba donde ocurrió un hecho insólito, casi milagroso, del que ya casi se habla y que hoy se apilona entre tantas anécdotas sobrenaturales que alimentan las supersticiones y la fe popular. Esta es la historia del milagro que no fue, cuando se presumió que en la consagración el vino se había convertido en sangre.
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