Una aproximación a la figura del Padre Aurelio Espinosa Pólit, S. J.


Pablo Rosero Rivadeneira
Coordinador técnico del Centro Cultural Biblioteca Aurelio Espinosa Pólit
pabloroseri80@gmail.com
El amor al país en el exilio
En 1928, con 34 años, el P. Aurelio Espinosa Pólit regresó al Ecuador al ser nombrado prefecto de estudios del Colegio Noviciado de la Compañía de Jesús en Cotocollao. Había salido del país en 1898 junto a su familia debido a la persecución del régimen liberal. En ese exilio, de cerca de treinta años, sus padres, Rafael Aurelio Espinosa Coronel y Cornelia Pólit Laso, incentivaron en él y en sus hermanos el recuerdo del país que habían dejado forzosamente: «En Francia, en Suiza, en Bélgica, en Inglaterra, [doña Cornelia] llevó la vida del desterrado, fijos los ojos siempre en la patria lejana, para la que estaba educando a su familia. Ni ella ni nuestro padre tuvieron jamás otra ilusión ni otra actividad» (Espinosa Pólit, S.J. 1953). Para su padre que murió en Europa sin poder volver a la patria la nostalgia por el Ecuador adquirió las dimensiones de un auténtico dolor físico: «Acosado el Dr. Aurelio [Espinosa Coronel] por una fuerte hepatitis, el médico le dice a doña Cornelia: “Lo que tiene su esposo es le mal du pays: la nostalgia de la patria» (Miranda Ribadeneira, S.J. 1974). Hasta 1895 el Dr. Espinosa Coronel había sido un prominente abogado, escritor y político. Su oposición a la dictadura oprobiosa de Veintemilla (1877-1883) le valió visitar el Panóptico de Quito. Fue también profesor de Economía Política en la Universidad Central y, sin proponérselo, gestó la semilla de lo que llegaría a ser la Biblioteca de Autores y Temas Ecuatorianos fundada más tarde por su hijo, por medio de los libros que acopió en su biblioteca
particular -muchos de ellos con dedicatorias de célebres escritores del siglo XIX ecuatoriano- y de las misceláneas que compuso encuadernando juntos diferentes impresos nacionales.