
Para alguien que se ha quedado sin trabajo, que ha sufrido en carne propia la enfermedad producida por el Covid-19 y, sobre todo, para quien ha perdido a un ser querido durante la pandemia, es difícil pedirle que descubra algo positivo debajo de las capas de incertidumbre y de desconsuelo que se acumulan persistentemente por más de un año y que amenazan hacerlo por mucho tiempo más.
(más…)