Cantor de almas
(Isabel Garrido)

Animero: persona que en los pueblos pide una oración por las almas del purgatorio, a la medianoche.
Animero, tu voz retumba
en las catacumbas ancestrales;
aullido de lobo de la medianoche,
custodio de la santa trinidad de la madrugada,
canto de los espectros del silencio
sepultados en los escombros del tiempo;
tiempo genocida,
cansado…
de harapos descuartizados
y gemidos desteñidos.
Va cantando el animero doblando
el dolor
de sus propias campanas,
…dolor
de recordar a los seres no olvidados,
levantándoles su melodía
de polvo gris y eterno por un instante;
y lo miren…
con sus ojos írritos;
los pétalos ensangrentados de las rosas
desaguando el carmesí de las estigmas
en las bóvedas blancas;
donde la niebla del olvido va cayendo derrotada
en el campo de espectros incoloros
recortados las alas;
animero… santo mortal
con mortaja de pelusa blanca,
con los pies enserenados,
con la cruz de su calavera en la mano,
con el rosario de perlas lunares diluyéndose
en la noche con los destellos del alba;
con el campanario de su voz despertando
los sudarios que recogieron el néctar de las almas
va arrastrando su vestidura fina
de canto silencioso
entre los témpanos de mármol
y le siguen…
las almas amontonando sus fríos despojos,
que la sombra encerró en sus adentros,
y engullo en su paladar de negra catacumba;
ángeles desplomados;
enjuiciados para el cielo o el infierno,
o sentenciados en el profundo purgatorio;
para hibernar como vino consagrado
un límpido sueño de ultratumba….
El animero de siglos sigue y sigue…
con su estallido de féretro en la garganta,
suplicando con el Avemaría y el Padre Nuestro
perdón para las almas del purgatorio,
dando de beber agua bendita para la sed
del cuerpo fustigado,
…refrescando
los pies y los ojos de esos seres atormentados
recorriendo el laberinto de las tribulaciones;
…tú eres cantor de almas,
admirador de la muerte,
sollozante viuda de sollozantes quimeras
abiertas en el nicho de la tierra del campo santo;
donde los espíritus responden
a tu canto pregonero
apoyados
en la quijada secreta que se les hizo polvo;
y sonríen desde los adentros
de su lúgubre fosa
ya, vaciada
por el encapuchado Caronte
barquero de las obscuras y fantasmales aguas
de Aqueronte;
que pesa los sesos de tus acciones
en su mano de tamiz blanco
donde el diablo apuesta su túnica de fuego
para incrementar la brasa del infierno
ángel bello, despiadado
que de espaldas se aleja fingiendo
…no querer tu alma
y regresa con su antorcha de fuego hipnotizante
a cauterizar tus ojos
en sus lagunas de azufre y fosforescente estiércol
arrastrando su hedor de arrepentimiento
a las puerta del angustiado purgatorio
donde derrama su veneno de perpetua condena.
(Extracto)
felicitaciones